martes, 30 de octubre de 2007

III ESCRITO

TERCER ESCRITO
Domingo negro.

Este domingo en que escribo de amor
ha sido un día lleno de dolor,
falto de vida y lleno de un gris color;
no te ví, no te sentí, no respiré tu olor
todo lo que me quedó hacer
es cerrar los ojos para poderte ver,
y contigo me propuse soñar
porque tú en mis adentros estás,
porque mi corazón te quiere más y más;
aunque el camino es duro y largo,
a veces el cielo negro, a veces pardo,
a tu corazón yo quiero llegar
para que al fin me puedas amar;
para que cuando me levante saber
que no habrá un domingo que te deje de ver.

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